Liberfreeden
La primera vez que visualice al Liberfreeden era yo muy pequeño, recuerdo que recién comenzaban los años 80 y me encontraba sentado en una esquina del balcón de casa; esa tarde, estábamos reunidos para despedir a mi amado abuelo paterno, quien partía a los Estados Unidos en condición de emigrado; y aunque todos hablaban de que pronto lo veríamos nuevamente, algo dentro de mi presentía que no lo volvería a ver jamás; como fue en realidad…; recuerdo que sumergido en mi introspectiva tristeza, comencé a restregar mis manos por debajo de la tela de la camisa, tal pareciese como si se estuviera gestando un ser, “al memos así lo visualicé desde entonces”. Con una de mis manos representé dos patas, y con la otra, un cuello flaco y largo. Fue en este instante que surgió su imagen. Una especie de ave con dos estilizadas patas, y un erguido cuello saliendo de un pedazo de trapo; mas adelante bautizado como el Liberfreeden.
Fue en mi primera exposición personal de cerámica artística “Alto Contraste” que mi colega y amigo, el escritor cubano Víctor Hugo Ramallo en las palabras del catalogo, lo describe como -…“El Hierofante Liberfreeden de Calcuta”…- supe de inmediato, que ningún otro nombre podría ser mas apropiado para resumir su esencia, la “Libertad Libre.”
Filosófica y argumentalmente hablando, para mí un Liberfreeden, es ese controversial ente que habita dentro de cada ser “humano” no tiene Alas, pero puede, y siempre esta dispuesto a volar, capacitado también, para alcanzar los lugares mas lejanos e inimaginables; algo, que dependerá del ser y no del Liberfreeden alcanzarlo.
Como eterno enamorado de la meditación y la soledad, se regocija y retroalimenta del eco y del silencio de su propio claustro. -…Benéfica ilusión del alma..- aquí para añadir un texto